Esta era una vez una niñita
Que nació de una florecita,
Su nombre: Alitha Aguilitha.
Era tan chiquita
Que cabía en una maletita.
Su mamá le enseñaba
A engrandecer sus fortalezas.
Pon atención le decía,
Si utilizas tu corazón
Y lo conectas a tu cabeza,
Lograrás contactar
Con la verdadera belleza.
¿La verdadera belleza?
¿Cúal es esa?
Alitha aguilitha preguntaba.
Es la que habita dentro de ti,
La que brilla más fuerte
Que el lucero del alba.
Te invita a quererte,
Te permite reconocerte,
E incluso en circunstancias adversas
Te ayuda a sostenerte,
A poner límites y hasta a defenderte.
Recuerda siempre hija mía
Se valiente.
Si algo te aqueja
Tus emociones maneja.
Decide ser agradecida y respetuosa
Equilibrada y amorosa
Y así, aunque a veces parezca otra cosa
Al final tu vida será color de rosa.